¿Por qué sufrimos?
¿por qué tenemos que sufrir? ¿cuál es su causa? ¿hay un significado al sufrimiento? ¿cómo enfrentarnos a él? ¿se puede hallar una solución al sufrimiento?
Los pensamientos y emociones fabricados por uno mismo, que “añadimos” a una mera situación, conforman el sufrimiento (mental). Así que se puede afirmar, que son nuestros pensamientos, positivos o negativos, los que van «fabricando» la felicidad o el
sufrimiento en nuestras vidas.
Por ello, «cuidar» nuestros pensamientos es sumamente importante; «elegir» mantenerlos alegres, optimistas, positivos…es fundamental para alejar el sufrimiento. Dicho de otro modo: a pensamientos positivos en nuestra mente, le siguen emociones felices.
La felicidad o el sufrimiento dependen pues, de nuestros pensamientos, de nuestro ideario mental, de nuestras tendencias inconscientes.
Las claves entonces son el conocer, indagar, estudiar mi Mente, por un lado, y por otro el aceptar lo que me sucede, el adaptarme a lo que hay, a lo que soy, a lo que tengo….
Esto nos sirve de ayuda para concentrarnos en el presente, en este instante único de realidad. Habitualmente estamos «atrapados» en pensamientos del pasado y del futuro. Comprender que el pasado ya no existe evitará caer en sufrimientos acerca de sucesos dolorosos vividos. Igualmente en cuanto al futuro, que nos inquieta de mil maneras, siendo que no tienen ninguna realidad nuestros pensamientos al respecto.
Desde el inicio de los tiempos los seres vivos se han visto sometidos a infinidad de sufrimientos: epidemias, hambrunas, catástrofes naturales, guerras, etc…Y los hombres se han preguntado el porqué, de donde viene, cuales son las causas….de todo este sufrimiento…
Y durante siglos, todos los sabios de todas las doctrinas religiosas y filosóficas han elaborado distintas teorías al respecto. Y han rezado con fervor a sus diferentes Dioses rogándoles que cesara el sufrimiento. Pero los innumerables sufrimientos generales (como terremotos, inundaciones…) y los personales (como la enfermedad, la vejez y la muerte…) no han dejado de suceder.
Desde la doctrina budista se pueden aportar dos de las ideas básicas, «descubiertas» por el Budha, en su noble camino de búsqueda para encontrar un remedio al Sufrimiento Universal de la vida: 1) el autoconocimiento de la propia Mente (» Somos nuestros pensamientos») y 2) La Ley del Karma («Uno mismo crea el mal, uno mismo lo purifica»).
De ahí la importancia de conocer nuestros deseos, nuestros pensamientos, nuestros más íntimos secretos emocionales….Ponerlos a la luz, reconocer que son ellos quienes dirigen en realidad nuestras vidas, dejándonos indemnes, sin capacidad de obrar para alcanzar nuestra verdadera naturaleza o identidad.
Liberarse o Iluminarse es justamente encontrar un estado más allá de la dualidad y de la limitación del apego. Es encontrar la felicidad espiritual, que no depende de los caprichos del ego. » El Ego dice: cuando todo esté en su lugar yo encontraré la Paz. Y la Mente-Espíritu dice: encuentra la Paz y todo lo demás estará en su lugar». A qué nos referimos al decir Mente-Espíritu?
Mas allá de aquella parte de los seres humanos, con la que nos identificamos, a la que llamamos «yo», que siempre quiere comodidades, gratificación de sus deseos y que corre tras la felicidad momentánea, existe otro estado del ser, su verdadera esencia, que ya es pura, sabia y bondadosa per se… Es al descubrir esta verdadera naturaleza de nuestro ser, que es algo mucho más grande y valioso, permanente e infinito, cuando optamos por ir disolviendo nuestra creencia en ser sólo nuestro Ego.
Budha encontró respuestas a nuestra pregunta inicial, siendo que toda su búsqueda y enseñanzas las dedicó a la liberación de ese sufrimiento existencial, universal y común a todos los seres, mostrándolo por medio de cuatro enunciados, conocidos como Las Cuatro Nobles Verdades del Sufrimiento.
¡Hay sufrimiento en nuestras vidas y en las de los demás! Eso es una certeza para todos. Y aunque también es cierto que experimentamos placer, contento, satisfacción….y demás estados de bienestar o felicidad, tenemos que reconocer que no son ni duraderos ni permanentes. Se puede decir que nuestras vidas oscilan pendularmente entre estados gratos y estados dolorosos.
La respuesta de Buddha a esta situación se apoya, en primer lugar, en la Ignorancia Fundamental de nuestra Mente (coexistente con la Sabiduría Primordial, inherente a todos los seres vivos), que es el no saber cómo crear las causas de la felicidad y cómo evitar las causas del sufrimiento. Y en segundo lugar en la Universal Ley del Karma, cuyo funcionamiento inevitable nos trae lo positivo y negativo a nuestras vidas. Esta es la raíz del
sufrimiento que hay que abandonar.
Podríamos concluir diciendo que sufrimos porqué desconocemos la esencia y naturaleza de nuestra propia Mente y el funcionamiento universal de la Ley del Karma.
«del apego y el deseo, surge el dolor, del apego surge el miedo. Para aquel que está libre de apego no hay dolor, ¿cómo puede haber miedo?» El Dhammapada. Budha.
El sábado 26 de abril de 10:30 a 13:30 h.
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